viernes, 28 de marzo de 2014

Lo que no te mata te hará escribir.

Ya está bien de inyecciones cargadas de inseguridad en dosis mortíferas.
De melodramas.
De idas y venidas.
De tus peccata minuta entre risas.
Y de las prisas.
Sobre todo de las prisas.
Que dentro sigue habiendo ruinas y tú no pareces querer ayudar.

Ya está bien de este falso autocontrol disfrazado de indiferencia.
De las dudas.
De los cambios.
De por qués.
Y del conformismo.
Sobre todo del conformismo.
Que conformarse es ser funambulista en tus precipicios y sé que a veces quieres verme caer.


Ya está bien.
Punto y final.

Un punto y final a estas ganas insaciables de anestesiar el dolor de todos mientras a rastras ignoro el mío.

Un punto y final a todo ese miedo al que me acostumbraste.

Un punto y final a las miradas hacia atrás añorando lo que jamás pudo ser.

Un punto y final.
Que con todo lo que ha llovido.
Siempre acaba siendo una coma.

Y ya me quitas las ganas de escribir.

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